domingo, 23 de septiembre de 2012

LA VISIÓN HERMENÉUTICA HEIDEGGERIANA

La visión hermenéutica de Heidegger supera la visión intelectiva de ésta a partir de la superación de la representación entre sujeto y objeto, aun presente en la hermenéutica de Dilthey.

Dilthey pretende superar la visión del método positivista como único modo de conocimiento válido, ya que considera que las ciencias del espíritu o las ciencias humanas no pueden enmarcarse dentro del ámbito de la explicación, y la forma que propone es la comprensión.

Según este autor, la vida y todas sus manifestaciones son portadoras de un “sentido”, y éste lo podemos capturar a través de la comprensión. Sin embargo, Dilthey no abandona la representación sujeto objeto, ya que su método asume que también es posible comprender de forma objetiva, pero la diferencia fundamental radica en que ahora el sujeto no se encontrará desafectado de su objeto, no podrá abstraerse de lo que suceda en el ámbito de investigación en relación con su objeto, y por lo tanto el sujeto no será neutral.

Por eso es importante el escenario en el cual Dilthey localiza a las ciencias humanas, que sería uno “histórico social”, es decir, un escenario portador de un contexto. Entre mayor cantidad de vivencias y experiencias puedan tener los individuos, mayor será la comprensión que estos obtendrán.

A partir de la psicología comprensiva, caracterizada por funciones mentales, psíquicas y cognitivas, Dilthey pretende excluir a la tradicional psicología positivista, basada fundamentalmente en la descripción de hechos observables.

Heidegger por su parte, crea toda una nueva visión epistemológica, rompiendo con la visión filosófica tradicional. Él plantea que Occidente ha olvidado uno de sus elementos fundacionales, que sería la pregunta originaria de la filosofía: ¿Qué es el ser?

Según la visión de Aristóteles lo real está en los entes, pero estos a su vez están formados por una serie de elementos; la totalidad de estos elementos respondería a la pregunta de que es el ser. Por lo tanto lo real no es una sola cosa, sino que tiene varias formas y, al estar fragmentado, puede unirse a partir de categorías. Entonces al aceptar la respuesta de Aristóteles, Occidente asumió que el ser estaba fragmentado, y como resultado de esto nacen las diferentes ciencias para estudiar cada una de sus partes.

Heidegger no está de acuerdo con la visión de Aristóteles, y plantea que lo que atañe al ser es lo ontológico, y no lo óntico como se ha asumido hasta ahora. Para él no debe tomarse al ser como un objeto del entendimiento, sino que a partir de la misma pregunta el ser ya se está revelando. Por lo tanto, para Heidegger es fundamental el replantear la pregunta originaria de ¿Qué es el ser?, y cambiarla por la pregunta ¿Cuál es el sentido del ser?

Esta pregunta por el ser le atañe y le preocupa a un ente en particular, y a éste lo llamará Da-Sein. Para Heidegger el Da-Sein es aquel ente que se preocupa por su ser, y al estar mostrando una forma de preocupación significa que el Da-Sein se está anticipando, por lo tanto la comprensión se posibilita desde el tiempo; pero además este ente nos muestra que se encuentra en una condición especial, en la que se encuentra arrojado, yecto , con una apertura.

Según Heidegger, en la misma pregunta sobre el ser que se hace el Da-Sein, el ser se está dejando ver, se está manifestando. De esta manera, Heidegger determina cuales son los elementos o modos que aparecen ante la pregunta por el ser. Estos son la existencia, la disposición afectiva y la comprensión.

El Da-Sein “no es”, sino que “va siendo”, ya que si el Da-Sein es, quiere decir que esta determinado, y Heidegger no acepta esto. Por lo tanto el Da-Sein es el único ente que existe, los otros entes están, pero no existen.

La disposición afectiva está referida a los estados de ánimo, y el Da-Sein se encontraría anímicamente templado, es decir, no sería neutral en su estado de ánimo, no se encuentra desafectado.

Comprender, por su parte, es saber “habérselas” con los entes. Esto quiere decir que el Da-Sein sabe tratar con los entes, sabe darles un uso. Comprender no es cognitivo, sino que es pragmático, si fuera cognitivo significaría que se está tratando al ser cono ente, es decir, desde lo óntico, y no lo ontológico, que es el error que se ha cometido hasta ahora. Esta comprensión se da con el puro trato, y cuando el Da-Sein comprende un ente a la vez se comprende a sí mismo, ya que se reconoce como un ser que es capaz de algo.

La comprensión va siempre ligada a la interpretación, y esto se conocerá como el círculo hermenéutico. Para Heidegger la interpretación es necesaria, ya que a partir de ésta se expone y se explicita lo comprendido, lo que permitirá que el Da-Sein se apropie de lo comprendido. La interpretación permite la comprensión a su vez, por eso para Heidegger el círculo hermenéutico tendrá la característica de un círculo virtuoso. Sin embargo, la interpretación no se debe establecer como un contenido de conciencia, ya que la interpretación de Heidegger, así como su comprensión, sigue estando en un ámbito ontológico.

En conclusión, la visión hermenéutica de Heidegger supera la dimensión intelectiva de ésta a partir de la superación que hace de la representación del sujeto y objeto, que aún era asumida por Dilthey (aunque ya con un sujeto no neutral, no desafectado), pero que pretendía utilizar la comprensión para tratar con las ciencias humanas, siempre desde un ámbito metodológico o cognitivo. 

Heidegger supera esto con el Da-Sein, que comprende su ser, pero no a partir de un ámbito cognitivo, sino que a partir de su ontología, a partir de un saber pragmático, que se da a partir del trato con los entes, es decir, al saber “habérselas” con los entes.  


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